LOS DAÑOS COLATERALES DEL ASISTENCIALISMO

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Oficialismo y oposición estas semanas nos hicieron vivir a los argentinos algo de lo que no estamos acostumbrados por parte de la clase política: ponerse de acuerdo.

Se pusieron de acuerdo en el proyecto de ley para reconvertir planes sociales en puestos de trabajo genuinos.

Estamos en una situación muy difícil, venimos año a año contando lo que viene pasando con el asistencialismo en la Argentina.

26 millones de personas reciben algún tipo de asistencia social por parte del Estado.

Este asistencialismo imparable e inacabable se paga desde hace tiempo con recursos que ya no tenemos en el país.

Además, esta modalidad no brindó derechos y trajo daños colaterales.

No solamente la precariedad económica sino la imposibilidad de acceder a la formación de un oficio o la escolarización, herramientas fundamentales para acceder a una reinserción laboral.

¿Qué es lo que se pretende? Ya venimos con pruebas piloto desde hace unos meses, primero fue con la gente del campo, peones rurales con distintas asistencias que pasan al mercado registrado sin perder la ayuda social.

La semana pasada se firmó un acuerdo entre la Cámara de la Construcción y el sindicato de la UOCRA con presencia del Gobierno Nacional para que aquellos beneficiarios del Potenciar Trabajo puedan realizar formación en tareas de la obra pública. La idea que se pretende en primera instancia es llegar a un millón de personas.

Desde hace días vengo sintiendo que no somos dos proyectos de país enfrentados.

En definitiva, somos un mismo país y todos en mayor o menor medida tenemos exactamente los mismos problemas.

La pregunta del millón y que requirió análisis por estas horas es que unió a la política en este proyecto de reconversión de plan social por trabajo.

Yo no creo que haya sido el contexto electoral. No creo que esta unidad se haya mostrado por un voto más o el temor de un voto menos.

Creo que al oficialismo y a la oposición los unió el error compartido cometido por años.

La clase política en cada lugar que le tocó estar sabe perfectamente bien que fue parte responsable de la situación socioeconómica actual.

La política sabe que es parte responsable de lo que no se hizo y pudo hacerse. También de lo que se hizo, pero pudo hacerse mejor.